La ética social aborda los problemas morales que surgen en el contexto de las relaciones humanas en la sociedad. Se ocupa de cómo las personas interactúan y se comportan éticamente con otros miembros de la comunidad, y también de cómo la sociedad (individuos, instituciones y organizaciones) en su conjunto puede promover el bien común y abordar problemas sociales como la justicia y equidad en la distribución de recursos y oportunidades; examina cómo se deben repartir los bienes y servicios para garantizar una sociedad más justa y equitativa, evitando la concentración excesiva de riqueza y poder en manos de unos pocos.

Así mismo, se preocupa por proteger y promover los derechos humanos (por ejemplo: derecho a la vida, la libertad, la igualdad, la educación, la salud y la dignidad.), la convivencia, la aceptación de la diversidad cultural y étnica, la inclusión, la participación ciudadana, la sostenibilidad y responsabilidad medioambiental, la solidaridad y cooperación; así como también la responsabilidad global, en temas como: la pobreza, la migración, el cambio climático y los conflictos internacionales.